La fortaleza no habla,
Pero está erguida en lo interno;
El ser se ensaña en invierno,
Y en el verano es zorzal.
Y en la odisea del tiempo,
Crecemos, vivimos, creemos;
Que esta vida es un segmento,
Pero es eterna en verdad.
Y en cada ser que encontramos,
Dejamos algo impregnado;
Lecciones que entrelazamos,
Que enriquecen nuestro andar.
Es virtuoso el ser humano,
Esta trazado en las manos;
Nuestro destino anticipado,
Huele a gloria y libertad.
Respira el aire nocturno,
Besa el calor del sol diurno;
Y en el trajín del día a día,
Talla el ser su dignidad.
Nunca pierdas la alegría,
Luz de amor, alma querida;
El amor es parte viva,
De un imperfecto inmortal.