La fortaleza no habla,
Porque está erguida en lo interno;
El ser se ensaña en invierno,
Y en el verano es zorzal.
Y en la odisea del tiempo,
Crecemos, vivimos, creemos
Que esta vida es un segmento,
Pero es eterna en verdad.
Y en cada ser que encontramos,
Dejamos algo impregnado;
Lecciones que entrelazamos,
Que enriquecen nuestro andar.
Respira el aire nocturno,
Besa al sol del telón diurno;
Y en el columpio del día,
Tú escultura frutos da.
Nunca pierdas la alegría,
Luz de amor, alma querida;
El errar es parte viva,
De un imperfecto Inmortal.
Walter Daniel Tomeo