No llores, no llores,
Mi tierno pequeño;
Un día y muy pronto,
Serás un señor.
Papá con sus pasos,
Muy lentos y falsos;
Mirará tu fuerza,
Y tus ojos de sol.
No llores, no llores,
Mi héroe invencible;
Disfruta este día,
Tu inocente voz.
Un día la vida,
Te hará ver espinas;
Y tu mente adulta,
Sabrá el día de hoy.
Walter Daniel Tomeo