Hoy no me oscurece,
Tu forma de ser;
Aprendí con creces,
A no enloquecer.
Me abriga el respeto,
E ignoro el placer;
A mi me hace grande,
Ser fuerte en mi ser.
El sexo es un plato,
Que cegó tu ver;
Pero en mi sistema,
Nunca hay juego cruel.
Te di mi pureza,
Te aprendí a querer;
Mi piel fue la tuya,
No pensé en perder.
Y ahora me engañas,
Te burlas del bien;
La misma maraña,
Te hará padecer.
Walter Daniel Tomeo