Las horas a solas,
Confunden al alma,
Irritan la calma;
Y engendran pavor.
Los miedos se asoman,
Y el temple se esconde,
Y no hay ningún nombre;
Que quite el dolor.
Más tú en las penumbras,
De las calles frías,
Yo te espero noche y día;
Más no escuchas mi canción.
Te imploro con ira,
Con la sangre algo hervida,
Guardo ramas atrevidas;
Ya que tú árbol se quemó.
¿ Y en dónde me he puesto?
Perdí trono, cuerpo, y huella,
Me lastima esta querella;
Siento que el mundo explotó.
Walter Daniel Tomeo
Junio 2022