Nadie me abusa otra vez

Parece que el cielo me abriga, Presiento que el aire también, Ya no me hiere la espina; Que clavó tu ser tan cruel. Mis rodillas no son sillas, Ahora son hierros de tren, Y mis costillas me resguardan; Y se expanden con el bien. Tomo tiempo el componerme, Y olvidarme de tu piel, Ahora me quiero mil veces; Nadie me abusa otra vez. Cada vez que el sol se pone, Brillan mis ojos con el, Mi ceguera se ha marchado; Por tu ingrato oscuro riel. Walter Daniel Tomeo Septiembre 2022 ( 1 )