Enorme y vacío, sin mucho que dar,
Las horas escurren, mi ser y pensar.
Sin muchos motivos,
Ni a quién ver o amar,
Mis días transcurren;
Con mucha ansiedad.
Soy un alma sin destino,
Que no escucha al corazón,
Solo encuentro en mi camino;
Hojas muertas por el sol.
Y todos parecen, pasar sin mirar,
No escuchan mis ruidos;
Ni ven mi mirar.
Quizás mi sonido, evita al radar,
Enorme y vacío, con sed de llegar.
Me escudo y me olvido,
Que un día fui luz, y soy fiel testigo;
Que no hay plenitud.
Olas peligrosas, me quieren vencer,
Y vientos desalmados;
Me quieren romper.
Y estoy sin salida,
Sin fuerzas de andar,
No encuentro en mis días;
A un ser para amar.
A